martes, 8 de abril de 2014

La formación permanente una ruta para compartir desde la experiencia de redes socioculturales del Estado Aragua.



La formación permanente una ruta para compartir desde la experiencia de redes socioculturales del Estado Aragua.

Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización.
Paulo Freire
Escrito por Mirna Sojo,  para Aporrea.
Militante del Movimiento Pedagógico Revolucionario (MPR)- Escuela Social Rodrigueana Latinoamericana y del Caribe (ESRLC). Maestra normalista, Licenciada en Educación.

Esta experiencia tuvo 12 años de desarrollo en el estado Aragua, fue prohibida por el ministerio de educación en el año 2013. Para la Escuela Social Rodrigueana Latinoamericana y del Caribe es parte integral de un proceso organizativo que planteó la necesidad de formar una ejercito de maestros comprometidos para nuestro proceso, lo cual ameritó una serie de estrategias políticos pedagógicos para: primero transformar a los docentes que participaron y  segundo, para impulsar una propuesta transformadora dentro de la escuela burguesa. Detractores, muchos incomprensiones demasiadas, pero aliados y soñadores bastante!, hoy la ponemos a rodar por este medio como parte del debate que se plantea dentro de los conceptos de “Calidad educativa”, tomando en cuenta el marco constitucional y las exigencias del actual momento histórico, el cual amerita pensarse y trabajarlos desde los movimientos pedagógicos entre otros espacios.
La formación docente.
Los nuevos escenarios que nos plantea la revolución implican re-configurar el planteamiento de para qué formarnos, cómo formarnos y en qué formarnos.
Históricamente los y las docentes hemos sido formado desde un perfil ajustado con las demandas políticos educativas de los intereses neoliberales, aunque también es cierto que muchos de nosotros y nosotras superamos las visiones instrumentalistas  de esos paquetes y asumimos la visión critica desde una visión revolucionaria, al darnos cuenta de las intenciones que subyacen en la formación de nuestro perfil.
Los y las docentes son seres humanos que desde la perspectiva del campo laboral hemos sido instrumentos de los intereses que la burguesía, las oligarquías diseñaron para configurarnos y ser útiles para sus intereses que no son otros que formarles el ejercito de obreros, policías, funcionarios, según los estamentos del pensamiento liberal, a través de los sistemas educativos, currículos entre otros, y así tener su ejercito de reserva para seguir reproduciendo su demanda de capital.
Consciente de la enajenación que hemos sido objeto miles y miles de docentes en nuestro país hemos pensado en un tipo de formación que tome en cuenta aspectos que durante década permanecieron invisibilizados en la formación docente.
La poca reflexión de la práctica pedagógica y la instrumentalidad con que se aplican los programas, planes y proyectos ha sido parte del problema para avanzar en el compromiso con la educación liberadora, aunado a ello es casi nula la producción de saberes pedagógico dentro del aula.
La práctica pedagógica se convierte en un desafío para la educación liberadora pues la mayoría de los docentes provenimos de la formación capitalista, lo cual implica repensar cuál práctica pedagógica, con cuáles referentes, con cuál estilo de planificación y evaluación para sustentar los cambios esperados en materia educativa, implica también repensar la estructura escolar, sus horarios, planes de estudio entre otros.
Otro desafío tiene que ver con él y la docente, es su vuelta al estudio sistemático de la realidad, el conocimiento de experiencias emancipadoras y de corte social que permita referenciar un estilo propio  y lejano a los ideales del Banco Mundial y más cercanos a la realidad Nuestra americana y Caribeña.
Parte de estos desafíos los fuimos trabajando desde los Núcleos Centrales de las Redes Socioculturales  del estado Aragua (NCR), nos convencimos de que la construcción de la nueva escuela tal y como lo plantea la LOE en sus fines, propósitos y principio solo será posible en la medida en que vayamos aclarando el momento histórico en que vivimos, además de la transición de la escuela burguesa a la escuela liberadora: la Escuela Social.
Aspectos relacionados con la formación del docente en ejercicio dentro de los NCR socioculturales de Aragua. Intencionalidad política.
Si la burguesía determinó cómo y con qué debíamos formarnos, toca a la revolución desmontar todo el imaginario que el neoliberalismo montó y progresivamente devolvernos a los maestros la vitalidad y el sentido de la práctica pedagógica, praxis que nos permita trascender lo inmediato y colocarnos al frente de los tiempos que estamos viviendo.
Tomando en cuenta las contradicciones que genera toda transición es necesario estar consciente que no podemos perder el tiempo que se nos es dado en este momento histórico para avanzar en una formación que permita como dice el camarada Luís Bigott “descolonizarnos el conocimiento” y poner en cuestionamiento lo hasta ahora aprendido. Significa retomar y retornar a un estado de análisis y reflexión que nos permita elaborar propuestas que recuperen nuestras soberanías cognitivas además de la integralidad que somos como seres humanos.
Reconocer que los maestros somos seres portadores de legados culturales, sabidurías familiares, ancestrales, que se distancian de la modernidad y que son necesarias para aportar a una pedagogía nuestra americana y caribeña, por otro lado comprender que más allá de los títulos académicos es practicar una visión humana, integral de la formación nuestra. Significa un compromiso con esa parte de nuestra sociedad que son nuestros estudiantes, y que requieren la mayor y mejor atención desde lo que le brindamos día a día en las aulas.
La educación liberadora es un proceso de concienciación de la condición social del individuo, que la adquiere mediante el análisis crítico y reflexivo del mundo que le rodea. Paulo Freire.
Dentro de los aspectos que hemos venido re-interpretando en la formación del maestro dentro de los NCR Socioculturales tenemos:
La organización como plataforma de encuentro, reflexión y acción.
Sin la existencia de un espacio para la reflexión de nuestras acciones, es imposible entender cómo transformaremos la realidad, espacio este que debe concentrar a los pares, afines, no afines para entender el proceso de cambio que se quiere. Una propuesta programática se hace necesaria, la cual posibilite la direccionalidad de las acciones que se generen desde los espacios contextuales.
Como elemento organizativo la experiencia concretó 35 Núcleos de Redes Socioculturales en todo el estado Aragua (incluyendo los núcleos de las comunas como espacio geográfico concreto), los cuales se reunían un día a la semana fuera de las instituciones para el fortalecimiento de la propuesta programática y su direccionalidad.
La recuperación de la voz del maestro a través de la escritura y la lectura, como herramientas para la emancipación del pensamiento y el hacer.
Este eje es vital para la recuperación del saber, el sentimiento, las destrezas para expresar en tiempos de la educación liberadora los procesos y experiencias que día a día se vive. Un maestro que no sea capaz de expresarse por escrito o de manera oral es como lo decía Gabriela Mistral, “un mal maestro”. La recuperación de la voz del maestro o la maestra tiene que ver con la superación de la división del trabajo cuando se plantea que unos son los que escriben y otros escuchan, unos piensan y los maestros ejecutan Todo acto de escritura los consideramos como Freire, un acto político y de compromiso con la palabra que se recupera para nombrar al mundo y transformarlo.
Esta contradicción entre la división entre el trabajo intelectual y manual la vamos superando a partir de la construcción del “Jagüey para Desenrollar un despertar”, instrumento pedagógico que el maestro o la maestra transita hasta reconocerse persona y protagonista de su historia y la prolongación hacia los otros. El jagüey no es más que un cuaderno reflexivo donde los docentes revisan y comparten el escrito y leen lo sentido lo que elaboran y lo que resinifican en sus reflexiones.
Desde los NCR avanzamos con más de 500 jagüeyes producto de esta recuperación escrita por parte del docente.
La descolonización del pensamiento burgués y capitalista.
Esta realidad que se refleja en las prácticas y pensamiento del maestro es producto de siglos de tradición moderna y burguesa por tanto uno de los retos que abordamos dentro de nuestros Núcleos  fue develar fallas en relación al norte transformador de nuestras prácticas, por ello hacemos usos de las lecturas críticas, análisis de videos que permitan recuperar y construir nuestra visión de mundo y sociedad y el objeto de la educación liberadora. La descolonización del pensamiento, del conocimiento, los valores y actitudes son parte de esta recuperación que necesitamos hacer en tiempos de cambios profundos. Pero descolonizar significa también reinterpretar nuestra práctica, recuperar la capacidad creadora y la inventiva del maestro y la maestra frente al enemigo que se expresa en distintos valores, costumbres, formas de pensamiento.
La soberanía cognitiva. 
Pensar con cabeza propia tiene relación con la descolonización del pensamiento, actitudes y nos obligó desde la formación permanente en los NCR visualizar las formas en que hemos sido instrumentos de dominación a partir de los Proyectos de Aprendizajes, los modelos y formatos que utilizamos, curriculas, políticas globalizadoras relacionadas con la UNESCO, que forman parte de los elementos que se cuelan en nuestras escuelas y si estos guardan relación con el país, la sociedad y el ciudadano que debemos formar, o si por el contrario reproducen la dominación y nos siguen manteniendo al servicio de los intereses de las oligarquías locales y mundiales. Desde esta perspectiva la pedagogía crítica nos permitió problematizar estos espacios y generar conciencia desde la interacción entre maestros y maestras del núcleo.
De igual modo se asumen las políticas relacionadas con  nuestros nuevos bloques históricos como los son la CELAC, ALBA, Movimientos Pedagógicos de América Latina, Sindicatos que luchan frente a estos mecanismos de usurpación de nuestras soberanías.
La soberanía cognitiva nos permite ir desmontando políticas, medios, fines de los programas que no apuntan hacia las transformaciones profundas dentro de las escuelas y de nuestro país. Combate también la fragmentación, la atomización, la separación de los conocimientos.
Este proceso de desmontaje se va dando en la medida en que nos aclaramos y vamos viendo las contradicciones de nuestro proceso de transición de la escuela burguesa a la escuela liberadora de manera progresiva, estamos conscientes que el camino es largo pero es el camino como lo decía el Cte. Argimiro Gabaldón.
La recuperación integral del sujeto político que es el docente en ejercicio.
Muchos docentes no ve en las ciencias una posibilidad de su desarrollo como sujeto político y social, esta afirmación se debe a que dentro de las escuelas pocos son los estudios científicos que se realizan por no decir que nulos, prevalece más el papeleo, la entrega desmedida de recaudos por aula, por departamentos, por niveles y modalidades y por direcciones zonales, y si nos vamos al plano de la formación docente en las universidades, solo se trazaron la meta de pasar las materias para obtener un título, en muchos casos las áreas mas importantes y decisivas dentro de la formación se hacen ver dentro de nuestras universidades como fastidiosas y de poca importancia.
Este proceso dinámico plantea  entonces la superación de ver a las ciencias como enemiga de los procesos de cambio, implica reconocer las técnicas, procedimientos, instrumentos que puedan darnos un acercamiento profundo al estudio de nuestra práctica. La recuperación de los procesos estadísticos como herramientas para conocer como se comporta la realidad desde los números, es parte de esta recuperación y las respectivas correcciones que hay que tomar, de igual modo el uso de los instrumentos de la ciencia para conocer la realidad desde las percepciones y cualificaciones que emanan de nuestro hacer.
Desde los NCR Socioculturales se realizaron 8 evaluaciones integrales donde se expresan los comportamientos estadísticos dentro de las escuelas en relación a lo programático, estos comportamientos los hemos realizado a nivel municipal avanzando ahora a nivel escolar, de modo que cada escuela pueda ver lo que sucede en relación a los espacios. Ahora avanzamos hacia los indicadores sociales, desde una perspectiva cualitativa para evidenciar las percepciones que se tienen en los mismos. Parafraseando a Freire, la ciencia humanizada al servicio de la causa social.
En otro orden de ideas, el reconocimiento de la integralidad del maestro como una persona que produce conocimiento organizado y sistematizado para generar teoría pedagógica o realzar la práctica que realiza es parte del trabajo  de la educación nuestramericana, de allí que los Proyectos de Aprendizajes sirven de palanca para recoger estudios y percepciones, cualificación de la educación liberadora, pero pasa por repensar las metodologías, los esquemas con que abordaremos la sistematicidad de la práctica, alternativas de proyectos que permitan superar el calco y copia predeterminados, esto implica que estamos profundizando en los aportes que ha dado el movimiento popular en América latina con respecto a la sistematización de las experiencias socioeducativas y las experiencias de educación popular como alternativa dentro de esta construcción.
Formación para la diversidad y para la interculturalidad.
La escuela burguesa nunca reconoció al maestro, al obrero y al administrativo como personas portadoras de cultura, mas allá de la bellas artes, el ser humano forma parte de una sociedad que la conforman los hábitos, los usos y costumbres de generación en generación, desde la formación que realizamos dentro de los NCR, construimos y socializamos los Perfiles Culturales (un perfil cultural se elabora sobre la base de preguntas generadoras que vinculen a los actores del hecho educativo a sus raíces y saberes ancestrales heredados a lo largo de su vida, es un trabajo de indagación que se realiza dos veces por año para ir acercándonos a los saberes que se pueden apostar al trabajo pedagógico desde su pertinencia sociocultural) que ponemos en juego más allá del título para lo que fuimos formados y se genera el intercambio de saberes, esto ha generado un reconocimiento desde lo que significa ser maestro en una escuela liberadora. Ver la otra cara de la sociedad que la escuela burguesa oculta. Desde los NCR Socioculturales se avanzó en la elaboración de más de 2000  perfiles culturales para entender que la interculturalidad se práctica desde lo que somos y respetándonos como seres sociales.
Contradicciones visualizadas  desde la transición.
En el documento denominado Procesos y Dinámicas del Programa de Redes Socioculturales año 2009-2012, Propuestas, avances, alcances y contradicciones. Nos dimos a la tarea de develar las tensiones que se sucedieron dentro de lo programático y que desde la dialéctica impidieron su avance momentáneo, en esa perspectiva encontrábamos cuatro contradicciones que nos permitieron visualizar desde la formación, asuntos por atacar dentro del desarrollo y la intencionalidad de la formación.


Destacaremos algunas tensiones que se hacen presentes a la hora de trabajar cualquier programa transformador:
·         Trabajo intelectual vs trabajo manual.
Muchos se resisten a comprender que la división técnica del trabajo es una trampa del sistema burgués. Todo es pedagogizable dentro de las acciones que emprenda cualquier docente desde su espacio educativo. El pensamiento burgués nos dice por ejemplo que “llenarse las manos de tierra no es de maestros”, o que “enseñar a limpiar una ventana no es del status del docente”,  'que un obrero no tiene nada que aportar al conocimiento universal” perdiéndose tiempo y espacios valiosos para aprender vinculando esa práctica al conocimiento universal. Pensamos que la superación de esta dualidad pasa por entender que todo es necesario para aprender y enseñar permanentemente.
·         Fragmentación, vs integralidad de las áreas de conocimiento.
Los maestros no se ven sin sus disciplinas, sin sus áreas afines del conocimiento, por tanto cuando se trata de trabajar las vinculaciones del conocimiento universal a cualquier actividad, se escinde el docente y sufre una parálisis que no le permite visualizar más allá de su conocimiento formal, quedando las actividades practicas carentes de sentido para él o ella. Toca superar esta dualidad tratando de visualizar todos los conocimientos universales y su complemento en todas las actividades practicas que hagamos. Por ejemplo en un escuela de Maracay, los docentes creen que integran cuando el Prof.  De Química tiene un pequeño espacio para la siembra, y viene el de Biología y hace lo mismo, a la final es una suma de parcelas más no de una actividad que englobe todos los conocimientos posibles, permitiendo así a todos sustraer de ella lo que cada asignatura o área requiera. Es un asunto de lógica colectiva y entendimiento integral.
·         Enajenación vs praxis del docente.
Muchos docentes no reflexionan sus prácticas cotidianas, se convierten en activistas asiduos de actividades que denotan mas bien una tradición, que una acción pensada, en las escuelas y prácticas docentes hay un deseo “ por quedar bien con los demás”, que con la educación pertinente, la cutinización de las actividades año tras año raya en la inercia, infinidades de prácticas enajenadas observamos por ejemplo ver como los maestros durante los educa hacían mayoritariamente manualidades, bisutería, foamis, como asumiendo que con ello el niño el joven puede superar su condición económica, desvirtuando así la función pedagógica del maestro que debe velar en todo momento por desarrollar habilidades, destrezas o capacidades que permitan al niño o al joven resolver problemas cotidianos, pero no despertarle la ambición por tener o generar ingresos.
  Cuestión esta que deberá discutirse, pero que en ningún aspecto se deben a una reflexión en relación a las condiciones sociales y económicas de los estudiantes ni obedece a un estudio consciente de lo que la escuela debe hacer. Por tanto se consideran aspectos relacionados con la enajenación o “el capricho de cada maestro por lo que piensa o debe hacer de manera aislada”.
De igual modo, no es atractivo para el maestro enseñar actividades practicas donde el estudiante se esfuerce, busque el modo de exigirse y de hacer cosas que le permitan desarrollar capacidades manuales, físicas por ejemplo como: atornillar, reparar, construir, barrer, acondicionar el habita escolar, entre otras que ameritan que el estudiante piense, resuelva y aprenda activamente.
Estar sentados horas y horas recreándose haciendo manualidades únicamente y semanalmente, no nos dará el carácter que requerimos en nuestros estudiantes y el carácter solo se obtiene con el trabajo liberador y el esfuerzo que le imprime el estudiante a las tareas que plantee la escuela como parte del engranaje social y útil.
·         Conocimiento escolástico vs soberanía cognitiva.
Las estructuras de los PEIC-PA generalmente responden a los esquemas del Banco Mundial u otras estructuras que no son creaciones propias del maestro. ¿Cómo hacemos para que el maestro o la maestra construyan desde su propia lógica y no la ajena su propio PA o PEIC? ¿Será a través de la soberanía cognitiva que podremos lograr que el maestro realmente tenga su propia voz? ¿Cuál sería el método para lograr que el maestro se dé cuenta de que tiene un espíritu prestado en las estructuras de sus proyectos? ¿Mediante que formas podemos lograr el desarrollo de PA y PEIC emancipadores?
Sin duda la formación permanente tiene mucho que ver y la problematización del maestro también, porque las planificaciones se hacen sobre la base del agotamiento, la desidia, el cansancio de no encontrar sentido al desarrollo curricular y el potencial que tenemos con la elaboración de los PA y PEIC.
En ese sentido el maestro termina sin pensar y ejecutando lo que otros le dicen o encontrando una brecha en cualquier libro texto para trabajar sin tener que esforzarse mucho.
Nuestra experiencia buscó entonces conformar ese nuevo sujeto político que requiere la educación de nuestros tiempos, consciente y comprometido.“Maestro es el que enseña aprender y ayuda a comprender  El título de maestro no debe darse sino al que SABE enseñar. Esto es, al que enseña a aprender, no...Al que manda a aprender, o indica lo que se ha de aprender, ni...al que aconseja que se aprenda. La empresa de la enseñanza debe ser general y constante, su importancia exige que haya en ella Maestros Sabios, Hábiles, Irreprensibles, y con vocación para enseñar. No se tome Vocación por inspiración ni el hambre por llamamiento al Magisterio”.   Simón Rodríguez

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